lunes, 23 de mayo de 2011

Hipertensión arterial

Asesina silenciosa
que nos logra devastar,
riesgo cardiovascular
que nos conduce a la fosa.
A la familia destroza
esa incómoda presión
que les genera aflicción,
tómale arraigo a la vida,
no hay nada que te lo impida
tratar bien al corazón.

Evita el sedentarismo,
el estrés y sobrepeso,
azúcar, grasa en exceso
y practica el atletismo.
Analiza tu organismo
para importante control,
Glucosa y Colesterol,
mas vale que te acostumbres
a las frutas y legumbres,
deja el tabaco y alcohol.

Ofrece buena amistad,
elimina los rencores,
perdona a los agresores
y evita la hostilidad.
Con tu diaria actividad
tienes sano el corazón,
controla bien su presión,
con ochenta en la diastólica,
ciento veinte ne la sistólica:
¡es la única solución !

domingo, 22 de mayo de 2011

La inundación del 2010.


La presa de Temascal
igual que la cerro de oro,
llegan al máximo aforo
con la lluvia torrencial.
Cae un copioso caudal
de agua limpia y cristalina,
el relámpago ilumina
las nubes que dan a luz,
en mi bello Veracruz
por ordenanza divina.

Vertiginosas corrientes
del caudaloso San Juan,
también del Tesechoacán
del Papaloapan afluentes.
Todos estamos conscientes
de que el caudal con su brío,
es la batalla del río
frente a la vida del hombre,
observa sin que te asombre
como azota el caserío.

la indefensa población
de mi bello Tlacotalpan,
los estragos que se palpan
les rompe su corazón.
Es una gran conmoción
ver la ciudad de cultura
sufriendo con amargura,
la cresta de la avenida
deja el alma conmovida
por el reto de Natura.

El río Mariposa inunda
al Patrimonio Mundial,
el vasto cañaveral
y todo lo que circunda.
La cruel tormenta iracunda
tiene a mi pueblo angustiado
con tanto damnificado,
obscuro cielo irascible
suelta lluvia incontenible,
lo deja solo y aislado.

Se ven las olas que chocan
con las casas coloniales,
las corrientes torrenciales
toda su furia desbocan.
Tus funciones se trastocan,
hay que levantar colchones,
mesas, sillas y sillones,
desatornillar las puertas,
y permanecer alertas
si pasan las provisiones.

Es la hora de partir,
ya me cundió el sabañón,
hay víboras de a montón
y está bueno de sufrir.
Yo no me quiero morir,
mucho menos ahogado,
me siento desesperado,
para mí será un alivio
si me transporta un anfibio:
¡hasta el Puerto de Alvarado!

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