sábado, 1 de septiembre de 2007

"Con el permiso divino."

Dios es último y primero,
con su mano prodigiosa
a la palabra la glosa
como se forja el acero.
Es el remo del barquero,
arado del labrador,
como el pincel del pintor,
tintero del escribano,
lanceta del cirujano,
la rima del versador.

Es la hoz del segador,
la sierra del carpintero,
el cañón del artillero,
el hacha del cortador.
Anzuelo del pescador,
la brújula del marino,
el paso del peregrino,
la espada del militar,
por eso vengo a versar:
¡con el permiso divino!

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