No hay mejor composición
que la Décima Espinela,
me cautiva, me desvela,
es dulce como acitrón.
Las reglas de acentuación
siempre las llevo en la mente,
también tengo muy presente:
hiato, sinalefa y rima,
y mi estrofa se sublima
octosilabicamente.
jueves, 13 de septiembre de 2007
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