La envidia es como la mecha
que enciende el tortuoso fuego,
no deja estar en sosiego
mantiene abierta la brecha.
Deja tu mente maltrecha,
la continua emulación
te hace perder la razón,
el bien ajeno parece
que al ser mayor te entristece
y daña tu corazón.
sábado, 1 de septiembre de 2007
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