Del tiempo fugaz reniego,
cuando observando la luna
tan bella como ninguna
se desaparece luego.
El satélite andariego
que genera tanto gozo
nunca se encuentra en reposo,
siempre recorre el camino
que ha fijado con atino:
¡ mi Dios todopoderoso!
lunes, 17 de septiembre de 2007
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