Con lágrimas en los ojos
siento que me he de morir,
aunque prefiera vivir
la vida llena de abrojos.
Que se cumplan mis antojos
en Tlacotalpan mi cuna,
cuando la muerte se me una
que a mi cuerpo prendan fuego,
mis cenizas viertan luego:
¡al río bajo la luna!.
domingo, 2 de septiembre de 2007
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