Me abandonas sin tristeza,
siento verguenza y dolor,
tus recelos y rencor
soporto con entereza.
Mi alma se encuentra presa,
me abruma la gran pasión,
no aminora mi obsesión
con tu actitud de desdén,
por eso te digo ven:
¡y arranca mi corazón.!
domingo, 2 de septiembre de 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario